El motor gravitatorio de Renato Bastos

Renato Bastos

Renato Bastos Ribeiro es un empresario y economista brasileño, que en abril de 2006 fundó la empresa RAR Energia.  El objetivo de esta empresa es “la investigación en el sector energético de la gravedad” [sic]. La empresa empezó la construcción de un grupo electrógeno que funcionase solo por la acción de la gravedad en marzo de 2013 en Porto Alegre, y posteriormente, otro idéntico en Illinois, en junio de 2013.

Si accedéis a su página web podréis encontrar una serie de fotografías en la que se observa la evolución de este magnífico dispositivo.

motor

La construcción de este coloso tiene que haber costado una fortuna, y no digamos si en vez de uno, se construyen dos. La ciencia dice que un móvil perpetuo es algo imposible, pero si este empresario se ha gastado parte de sus ahorros en realizar este prototipo, ¿no será que ha encontrado el secreto de la energía infinita y gratuita?

La respuesta es, no.

Un móvil perpetuo puede ser  grande, pequeño, ingenioso, simple, enrevesado, o lo que sea, pero si gira… no funcionará nunca. ¿Por qué digo esto? El campo gravitatorio es un campo de fuerzas conservativo, que quiere decir que el trabajo necesario para mover una partícula en una trayectoria cerrada desde un punto A hasta el mismo punto A, es siempre 0, y por lo tanto la energía global necesaria para su movimiento, también es 0. Para que todos lo entendamos, imaginemos un péndulo en reposo. Si lo oscilamos hacia una posición más elevada y lo soltamos, y bajo la premisa de la no existencia de rozamiento, el péndulo volverá por sí mismo a la posición de partida sin aplicarle ninguna energía adicional.

Pues bien, todos y cada uno de los átomos de esta máquina describen una trayectoria cerrada, por lo que si alguien los empuja , e imaginando de nuevo la inexistencia de rozamiento, continuarán en movimiento para siempre. Pero… en el momento que se introduce el rozamiento, que en esta máquina ocurre en múltiples engranajes, la máquina disipa toda la energía que se le aplicó para iniciar el movimiento, en forma de calor. Y si encima se le engrana un generador en el eje, la energía se disipará mucho antes, por el rozamiento del generador y por la energía eléctrica generada.

Sencillamente, este dispositivo no funciona ni funcionará nunca.

Pero entonces ¿por qué ha invertido este empresario una fortuna en su construcción?

Asumiendo la buena voluntad de esta persona, parece que desde hace tiempo tiene la afición de patentar inventos, la mayoría de ellos relacionados con dispositivos de generación de energía. En 1984 Renato Bastos, propietario ya de otras empresas, adquirió la compañía Caldas Junior, que estaba en bancarrota. En febrero de 2007, Bastos la vendió por 100 millones de dólares. Quizá simplemente está dedicando parte de esa plusvalía a satisfacer su curiosidad científica. Pero lamentablemente, en esta ocasión creo que la inversión no le saldrá tan bien.

De momento hay muchas fotos, pero ningún vídeo de la máquina en funcionamiento. Ni lo habrá.



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