¿Estamos solos en el Universo? Según un nuevo estudio, puede que sí.

vidaextraterrestre

Para calcular la probabilidad de contactar por radio con otra civilización tecnológicamente avanzada, los científicos de SETI usan lo que se conoce como la Ecuación de Drake. Formulada en 1960 por Frank Drake, del Instituto SETI en California, trata de estimar el número de estas civilizaciones que podrían estar emitiendo señales de radio en nuestra galaxia actualmente, multiplicando para ello una serie de factores: el número de estrellas existente, el porcentaje de éstos con planetas, el porcentaje de éstos que son habitables, la probabilidad de que surja la vida en esos planetas, la probabilidad de consiga convertirse en inteligente y así sucesivamente.

Los valores de casi todos estos factores son altamente especulativos. No obstante, se han intentado aproximar a los valores más correctos posibles, dando como resultado que son cerca de 10.000 las civilizaciones potenciales candidatas a  un contacto por radio. Un número tan alto induce al optimismo, de tal manera que se estima que en dos décadas se habrá detectado alguna señal alienígena.

Su optimismo se basa en un factor en particular: en la ecuación, la probabilidad de que surja la vida en un planeta que reúna las condiciones necesarias (agua, superficie rocosa, atmósfera) es cercana al 100%. El razonamiento seguido, es que así es como ocurrió en la Tierra, y en relativamente poco tiempo. Esto se resume en una frase expresada por el astrobiólogo  ruso Andrei Finkelstein en una reciente conferencia de prensa de  SETI:

La génesis de la vida es tan inevitable como la formación de átomos.

Pero en un nuevo artículo publicado en arXiv.org por los astrofísicos David Spiegel y Edwin Turner, de la Universidad de Princeton, se argumenta que este pensamiento es totalmente erróneo. Usando un método estadístico llamado razonamiento bayesiano, llegan a la conclusión de que la vida aparecida aquí en la Tierra podrían ser algo extremadamente raro. Este nuevo análisis de Spiegel y Turner, borra un factor de la ecuación de Drake con el que los científicos se sentían confortables y lo sustituye por un signo de interrogación.

Si bien es cierto que la vida surgió rápidamente en la Tierra (dentro de los primeros cientos de millones de años), los investigadores señalan que si no hubiera sido así, puede que no hubiera dado tiempo a que la vida inteligente – los humanos – hubiésemos evolucionado en este planeta. La vida inteligente en la Tierra ha tardado 3.500 millones de años en aparecer, y eso ocurrió porque la vida en sí ocurrió muy pronto.  Este hecho afortunado es algo adicional a la posibilidad de que surja vida en un planeta habitable.

Aunque la vida comenzó en nuestro planeta poco después de que éste fuera habitable, no es óbice para considerar la vida como algo raro en el Universo

Los autores demuestran matemáticamente esta afirmación en el documento.

El resultado de su análisis no es concluir que estamos solos, sino que no hay razón para pensar lo contrario. Nuestra propia existencia implica muy poco acerca del número de veces que la vida puede haber surgido en otros sitios.

De todas formas, dos tomas de datos en vez de solo una marcarían la diferencia. Si se pudiese comprobar si la vida ha surgido de forma independiente en Marte, los científicos estarían en una mejor posición para afirmar que, bajo las condiciones adecuadas, la génesis de la vida es inevitable.

Fuente: space.com



\Incluya

Puedes seguir las respuestas a esta entrada por RSS 2.0 feed.