¿Por qué la gente cree en las conspiraciones?

Hoy os traigo un artículo de la revista Scientific Américan que os he traducido para que la podamos leer todos. El artículo está firmado por Michael Shermer y es de Junio de 2009. Explica la razón que nos hace creer a los seres humanos en conspiraciones, dioses, espíritus y extraterrestres. Es interesantísimo y una joya que quedará guardada en este blog en caja de plata y al que recurriré frecuentemente. Espero que os guste.

Almas, espíritus, fantasmas, dioses, demonios, ángeles, aliens, inteligencias creadoras, gobiernos conspiradores, y cualquier otro tipo de agente invisible con poder son considerados como los manipuladores de nuestro mundo y nuestras vidas. ¿Por qué?

La respuesta a esta pregunta tiene dos partes.

La primera de ellas es la “patronicidad”, que definí (n.d.t. Michael Shermer habla en primera persona) en mi columna de Diciembre de 2008 como la tendencia humana a identificar patrones reconocidos  entre el ruido (n.d.t en español la palabra que define patronicidad es pereidolia).  Esto es lo que ocurre por ejemplo con la cara de Marte, la figura de la virgen Maria en un sándwich tostado, o los mensajes satánicos de un disco de rock. Esta habilidad la tenemos todos porque a lo largo de la evolución nos ha ayudado en la supervivencia de nuestra especie. Esto nos permitía predecir cambios de clima cuando caian las hojas, identificar árboles frutales, o evitar animales peligrosos.

El problema es que no llegamos a evolucionar un mecanismo en nuestro cerebro para ayudarnos a descartar patrones falsos, por lo que solemos cometer dos tipos de errores:

  • Tipo 1 o falso positivo: es creer que un patrón es real cuando no lo es.
  • Tipo 2 o falso negativo: es creer que un patrón no es real cuando sí lo es.
  • Ante una misma situación, un murmullo en la hierba por ejemplo, pueden producirse las dos circunstancias. En el error tipo 1, se interpreta que el murmullo es originado por un peligroso depredador cuando realmente está originado por el viento. En el error tipo 2,  se interpreta que la causa del murmullo es el viento cuando realmente se trata de un peligroso depredador. Además hay que considerar que estas reacciones tienen que ser inconscientes: no hay tiempo para una deliberada meditación para tratar de discernir el origen del murmullo. El coste que tiene uno y otro error es completamente dispar. El individuo que haya cometido el error tipo 1, habrá sobrevivido, mientras que el individuo que cometió el error tipo 2 habrá pasado a mejor vida. Es por ello lógico decir que en la selección natural ha prevalecido los errores tipo 1 a los tipo 2 por el simple hecho que los individuos más asustadizos sobreviven y los menos, no lo hacen.

    La segunda parte a la respuesta es la “enticidad”. El hombre se diferencia del resto de animales en que tiene consciencia de su existencia y de la existencia de las otras personas. La “enticidad” es la tendencia a creer que los patrones que observamos son generados por alguien o por alguna entidad. Creemos que el mundo está controlado por entes diversos.

    La “enticidad” y la “patronicidad” forman la base cognitiva del Chamanismo, paganismo, animismo, politeismo, monoteismo, y todas las formas de espiritismo. La “enticidad” nos lleva más allá del mundo espiritual. Se dice que la inteligencia creadora es un agente invisible que creó la vida de la nada. Los extraterrestres son frecuentemente mostrados como seres poderosos que vienen para avisarnos de nuestra inminente autodestrucción. Las teorías conspiratorias nos traen a las entidades que están detrás de las cortinas, que son los que mueven los hilos de políticos y economistas que no son otra cosa que marionestas que bailan al son de los Bildelbergs , los Roth­schilds, los Rockefellers o los Illuminati. Incluso la creencia de que los políticos pueden establecer medidas para rescatar la economía es una forma de “enticidad”, con el presidente Obama pregonado como “El Salvador” con poderes casi mesiánicos.

    Enticidad

    Enticidad

    Hay evidencias sustanciales en neurobiología cognitiva de que los humanos encontramos patrones y que les asignamos enticidad a los mismos, documentadas en el libro SuperSense (HarperOne, 2009) de University of Bristol psychologist Bruce Hood. Ejemplos: los niños creen que el Sol es un ser con consciencia y por ello lo suelen pintar con ojos y sonrisa. Para un adulto, la idea de llevar puesta ropa que pertenecía a un asesino en serie le eriza los bellos, porque pensamos que la maldad de ese individuo pudo impregnar su ropa y pasar a la persona que la lleve después. Un tercio de los transplantados creen que la personalidad del donante es transplantada con el órgano. Alimentos con forma de órgano sexual como los plátanos o las ostras son considerados como potenciadores de la sexualidad.

    “Muchos individuos con elevada formación y gran inteligencia experimentan una sensación poderosa sobre la existencia de entidades y energías que están operando el mundo” explica Hood. “Y lo que es más importante, esas experiencias no están sustentadas por una evidencia real, que es por lo que se consideran sobrenaturales o no científicas.”

    • @ lhuis_4:
      @ lhuis_4:
      aun sigues despierto o te sigues vendiendo al lado oscuro de la fuerza monetaria :dormir: :dormir: :dormir: :dormir:

    • Las conspiraciones no existen. Por lo tanto, todas las personas condenadas por conspiración por los tribunales han sido víctimas de un error judicial.

      En un mundo que ha conocido el Holocausto, los desaparecidos de la dictadura argentina, el Watergate, el Irangate, el GAL, la red Echelon, etc. es un absurdo y algo irracional desconfiar de los políticos. Desconfiar de los políticos podría ser racional si alguna vez hubiesen hecho algo malo. Pero como ese no es el caso, creer en conspiraciones es algo disparatado.



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