La enfermedad de Morgellons
Todo empezó una noche de verano de 2001 en McMurray, Pensilvania, cuando Mary Leitao, una ex-analista de laboratorio, le daba un baño a su hijo Andrew de 2 años. El niño hacÃa tiempo que se quejaba de picores en todo el cuerpo y tenÃa varias costras y eccemas originadas por rascarse. Mientras que Mary le daba crema para calmarle el picor, notó que de una de las costras salÃan unas fibras que le parecieron extrañas.
Le quito un trozo y lo examinó utilizando un microscopio que tenÃa en casa para que jugasen sus hijos mayores. Revisó la muestra de manera obsesiva una y otra vez. ParecÃa que de la costra brotaban unas extrañas fibras, que por su textura parecÃan estar formadas por una material gomoso o plástico. Para probarse a sà misma que estaba equivocada, (las personas no producen fibras), cubrió las heridas de Andrew con gasas. Pero las fibras volvieron a aparecer.