El motorista y el fantasma
EL pasado 2 de marzo, el usuario de Facebook Karl Siao Dagus publicaba un vídeo grabado por una cámara instalada su casco, en el que podía verse una figura que aparecía de la nada y aparentemente se le echaba encima.
EL pasado 2 de marzo, el usuario de Facebook Karl Siao Dagus publicaba un vídeo grabado por una cámara instalada su casco, en el que podía verse una figura que aparecía de la nada y aparentemente se le echaba encima.
Hace un par de semanas, un grupo de jóvenes grabaron un vídeo en el hospital Padilla de Tucumán. En el vídeo, un remolino de espuma se desplaza por el suelo. «Parece una mano», decía una de las chicas.
El 26 de febrero los carabineros chilenos acudieron a una llamada en Puerto Montt. Una familia estaba sufriendo fenómenos paranormales en su casa.
Eran las 7:30 de la tarde del viernes 3 de febrero, cuando un concejal del PSOE estaba trabajando en el ayuntamiento de Vegas de Genil. Un ruido raro le sobresaltó e hizo una fotografía del pasillo. Cuando la vio en su ordenador comprobó que allí había un fantasma. Pero todos sabemos que eso no existe. (Me refiero a un concejal que se quede a trabajar un viernes hasta las 7:30 de la tarde, por supuesto).
Una mujer chateando con el móvil, sentada en una sala, en una silla de plástico. Su gigantesco bolso descansando sobre la mesa. Hasta aquí todo normal. Lo extraordinario ocurre cuando sillas y mesas empiezan a moverse violentamente y la golpean. Un nuevo viral que circula por internet. Una nueva mentira.