¿Ha sugerido Trump inyectar desinfectante a los enfermos de COVID para curarlos?
Puede sonar a bulo, … pero es cierto.
El pasado 23 de abril, el presidente de los Estados Unidos se aproximó al atril y nos dedicó uno de esos inolvidables momentos que le caracterizan.
Estaba produciéndose una exposición para la prensa, cuando se dio paso a Bill Bryan de la Oficina Nacional de Seguridad, que mostró los resultados de un estudio reciente sobre medidas a tomar para minimizar los contagios.
Mostró datos sobre cómo el aumento de la temperatura y la humedad dificulta la progresión del virus. Por ejemplo, a 35ºC y 80% de humedad el virus dura solo 1 hora sobre una superficie, y solo 2 minutos si además le da la luz del sol, debido al efecto de los rayos ultravioletas.
En base a eso, recomendaba incrementar la temperatura y humedad en recintos potencialmente contaminados y el uso de desinfectantes como lejía y alcohol. La primera mata el virus en 5 minutos y el alcohol en 30 segundos. También dijo que se estaban probando otros desinfectantes para combatir el virus que se expande por las gotas de saliva.
El presidente debió de cazar palabras sueltas, y cuando Bill terminó su intervención soltó lo siguiente:
Le he formulado a Bill una pregunta que probablemente muchos de ustedes se están haciendo. Supongamos que aplicamos al cuerpo humano a una fuente de luz ultravioleta superpotente, o través de la piel o de otro medio. Y también dijo usted que el desinfectante elimina el virus en muy poco tiempo. ¿Podría inyectarse o limpiar los pulmones con ello? También sería interesante comprobarlo.
Mientras que hablaba se giraba a la derecha para para mirar al propio Bill y a la doctora Deborah Birx buscando su aprobación, pero esta mujer no sabía que cara poner ante semejante burrada. El vídeo de su expresión se ha convertido ya en un meme.
Según informa hoy el diario ABC, horas después de esta rueda de prensa se empezaron a registrar llamadas en urgencias de personas intoxicadas con Lysol, lejía y otros desinfectantes de uso doméstico.
Como le decía el tío Ben a Spiderman, «un gran poder conlleva una gran responsabilidad».
