El extraño comportamiento de la estrella KIC 8462852

aliensUn estudio publicado el 5 de agosto por el astrónomo de Caltech Ben Montet, y por Joshua Simon, del Instituto Carnegie, ha revelado que el comportamiento de la estrella KIC 8462852, que se encuentra a 1.480 años luz de nosotros, es mucho más anómalo de lo que trascendió al público en octubre pasado, cuando se especuló con la posibilidad de que podrían existir mega-estructuras alienígenas orbitándola.
Las mediciones del observatorio espacial Kepler, identificaron a finales del año pasado a una pequeña estrella cuyas variaciones en brillo no seguían un patrón conocido. La misión de Kepler es el descubrimiento de planetas extrasolares orbitando a otras estrellas, por medio del análisis de las variaciones en su brillo durante el momento en el que el planeta pasa entre su estrella y nosotros.

El siguiente esquema muestra cómo se observa esta variación en el brillo dependiendo de la manera en la que el planeta pasa por delante de la estrella.

transitoSi alguien estuviese observándonos desde otro planeta, con un observatorio similar a Kepler, percibiría una variación de la luminosidad de nuestro sol de solo un 1% en el mejor de los casos por un tránsito de Júpiter. Pues bien, las observaciones realizadas por Kepler percibieron una pérdida de luminosidad de la estrella del 22% en 2011 y 2013. Si se tratase de un planeta tendría que ser enorme. Desgraciadamente, en 2015, fecha en la que tendría que haberse registrado un nuevo tránsito de este monstruo, si realmente existiese, un problema con la nave impidió que se pudiese registrar. ¡Eh! Espera. ¿No será que la NASA está tratando de ocultarnos algo de nuevo? No. El observatorio ha presentado varios fallos en sus volantes de reacción. Estos dispositivos son unas ruedas que se mantienen girando en el interior de la nave, por medio de un motor eléctrico. La nave puede así, por conservación del momento angular, girar para compensar los cambios de posición cuando apuntan hacia una estrella. Se trata de piezas mecánicas que más tarde o más temprano fallan.

En cualquier caso, la nave estará atenta el año que viene para comprobar si un nuevo tránsito similar a los de 2011 y 2013 se produce.

Pero no solamente es sorprendente esta pérdida de luminosidad de más del 20%. Kepler, durante un periodo de 4 años observó en KIC 8462852 unas pérdidas de luminosidad erráticas, sin seguir ningún patrón temporal que indicase la presencia de uno o varios planetas.

transitos

En el nuevo estudio, que todavía no ha sido revisado por pares, Montet y Simon volvieron a analizar los datos de Kepler confirmando lo extraordinariamente único que está ocurriendo en esa estrella. Según estos científicos, la luminosidad de KIC 8462852 ha ido cayendo paulatinamente, de manera casi lineal, durante los primeros 1.000 días. Después, el brillo disminuyó de manera mucho mas drástica durante los siguientes 200, antes de volver a una nueva caída paulatina como la anterior. Y lo que más sorprendió fue la caída súbita en varias ocasiones, hasta llegar a niveles de un 22%.

Por supuesto, algo tan extraño y que está abierto a la especulación incluso por los propios científicos, no pasa desapercibido a los ojos de los amigos de la fantasía, que apuestan por teorías poco probables como que las variaciones de luminosidad se deben a la presencia de una una esfera de Dyson.

dyson

Esta estructura fue propuesta por primera vez por el escritor de ciencia ficción Olaf Stapledon, en su novela «Hacedor de estrellas», y posteriormente popularizada por el físico Freeman Dyson. Según éste último, las necesidades energéticas de civilizaciones super-desarrolladas llegarían hasta unos umbrales que hoy se nos hacen inimaginables, al igual que el consumo energético que necesitamos hoy era inimaginable hace 1.000 años. Ello obligaría a capturar al máximo la energía liberada por el sol, creando super-estructuras alrededor de la estrella para conseguirlo.

Pero antes de tomar como válida la posibilidad de que se trate de una super-estructura alienígena, es conveniente descartar otras, infinitamente más probables, como enjambres de cometas, cuya coma debilitaría temporalmente la intensidad de la luz que nos llega, restos de una colisión planetaria, o algo menos extraordinario, como que se trate de una estrella que gira tan deprisa que está achatada y tiene diferente intensidad en los polos que en el ecuador.



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