El planeta X-1 vuelve a la actualidad

planeta 9Investigadores de Caltech han encontrado evidencias de la existencia de un planeta gigante trazando una órbita muy alargada en el sistema solar exterior. El objeto, al que los investigadores han apodado Planeta Nueve, tiene una masa de 10 veces la de la Tierra y orbita alrededor del sol a una distancia media de 20 veces la de Neptuno. Este nuevo planeta tardaría entre 10.000 y 20.000 años en trazar una órbita completa.
Esto es lo que se concluye de un documento firmado por el astrónomo Michael Brown, (descubridor de Eris y Sedna), y Konstantin Batygin, que han publicado con fecha 20 de enero de 2016 en la  revista The Astronomical Journal.

No es la primera vez que se anuncia la existencia de un planeta de gran masa más allá de la órbita de Plutón, pero las anteriores proclamas quedaron en el olvido ante la debilidad de las evidencias mostradas en su defensa. De hecho, ambos investigadores empezaron el estudio pretendiendo demostrar que el entonces llamado Planeta X (cuando Plutón todavía no había sido degradado a planeta enano) no existía. Pero tras el descubrimiento de Sedna, otros investigadores encontraros otros 5 objetos con órbitas lejanas, cuyo perihelio (o punto de máxima aproximación al sol) coincidía con el de Sedna casi a la perfección. La inclinación respecto al plano solar también era muy similar. La posibilidad de que la coincidencia de los perihelios fuese por puro azar era de un 0,7%, y la coincidencia en la inclinación respecto al plano tiene una probabilidad de ser azarosa de solo el 1%. Conjuntando ambas probabilidades, resulta en un 0,007% la posibilidad de que esas órbitas sean accidentales (una entre 14.300).

Sin embargo, si se introduce la existencia del Planeta 9, las órbitas tienen una explicación justificada.

El planeta no se habría formado en los albores del sistema solar en esa ubicación. Se cree que podría haber sido despedido a una zona exterior debido al tirón gravitatorio de Júpiter y Saturno.

Es cierto que este planeta no ha sido observado aun, y a decir verdad, seguramente costará encontrarlo, ya que la distancia a la que se encuentra es tremenda incluso en su perihelio. Pero ambos astrónomos han presentado un modelo matemático y simulaciones por ordenador que hacen que esta vez, será más difícil denostarlo que en casos anteriores.

 



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