El discurso ¿que hizo que mataran a Kennedy?

Si hay algo que no deja de sorprenderme de los magufos es su capacidad para seleccionar palabras o expresiones aisladas de cualquier personaje público, ignorar olímpicamente el resto de lo que dijo la «víctima», y el contexto en el que lo hizo, y usarlo como prueba «irrefutable» de las más descabelladas ideas.

Uno de esos casos se da con el discurso que pronunció John F. Kennedy el 27 de Abril de 1961 ante la American Newspaper Publisher Association. El hecho de que se le ocurriera usar expresiones como «sociedades secretas» o «conspiraciones», hace que más de uno tenga un orgasmo y que se use insistentemente, mostrándolo como el motivo por el que lo mataron. Este es uno de los vídeos favoritos de los conspiranoicos:

Hay varios elementos que deberían hacer sospechar a cualquiera con dos dedos de frente. El primero, la fecha. Este discurso fue pronunciado en Abril de 1961, pero a Kennedy no lo mataron hasta el 22 de Noviembre de 1963, más de dos años después. Estos conspiradores son un poco lentos de reacciones, ¿no?

El segundo elemento para sospechar es que no es el discurso completo. De hecho, la mayoría de vídeos que circulan por internet están editados y quitan frases y párrafos enteros. ¿Por qué no usan el discurso completo? ¿A lo mejor porque le da sentido a unas palabras que aquí están descontextualizadas? Veámoslo y analicémoslo por partes. Lo siento, pero no he podido encontrar el discurso completo con subtítulos en español:

The Entire John F Kennedy 'Secret Society' Speech Uncut with Subtitles and Transcript
Bien, lo primero que tenemos que considerar es el público ante el que se pronunció el discurso. Uno no dice lo mismo si está hablando con sus amigotes que si habla con su jefe. Como ya he dicho, el discurso fue ante la American Newspaper Publisher Association, la asociación de editores de periódicos. ¿Y cómo será el discurso de un político ante los que publican noticias que pueden hundir o lanzar su carrera? Evidentemente les va a regalar un poco los oídos con elogios como:

Ustedes acarrean actualmente duras responsabilidades…

Lo siguiente ya da una pista sobre el eje central de su discurso, y de la deshonestidad de los conspiranoicos, ya que es una parte que irremediablemente es eliminada en casi todas las versiones que circulan por internet. Kennedy cuenta una anécdota sobre Karl Marx, y cómo desarrolló el comunismo porque no le subieron el sueldo.

A continuación gasta una de esas bromas que llevan una carga de, digamos «amargura», diciendo que aunque el discurso se llama «El presidente y la prensa» algunos podrían sugerir que se llamara mejor «El presidente contra la prensa». Como veremos, las relaciones de los periodistas americanos con el gobierno no eran muy fluidas en ese momento. Kennedy alude a la libertad de prensa, y cómo el gobierno la ha defendido recientemente frente a un diplomático extranjero que exigía responsabilidades por cierto artículo, además de varios elogios por su papel como vigilante del gobierno.

Pero Kennedy les da un pequeño tirón de orejas recordándoles sus «responsabilidades comunes frente a un peligro común». Todo el discurso gira en torno a ese «peligro común» y a intentar poner a los editores del lado del gobierno frente a él.

¿Y de qué se trata exáctamente? Kennedy lo dice a continuación, aunque sin mencionarlo explícitamente:

Los acontecimientos de las semanas pasadas pueden haber ayudado a algunos a iluminar ese desafío para algunos.

¿A qué acontecimientos se refiere? Recordemos la fecha del discurso: 27 de Abril de 1961. ¿Qué pasó las semanas anteriores? El 12 de Abril, la Unión Soviética puso al primer ser humano en el espacio y lideraba de forma clara y contundente lo que luego se dio en llamar la Carrera Espacial. Entre el 15 y el 19 de Abril tuvo lugar el intento de invasión de Cuba por parte de exiliados cubanos con el apoyo de la Marina y la Fuerza Aérea estadounidense en Bahía Cochinos, acabando en un desastre militar y un bochorno internacional para los Estados Unidos. Desde principios del año, los Estados Unidos habían comenzado una escalada enviando más y más tropas a Vietnam, y a mediados de Marzo Kennedy había firmado la National Security Action Memorandum 28, que ordenaba a la CIA lanzar operaciones encubiertas contra Vietnam del Norte.


John F. Kennedy. Fuente: Wikimedia Commons.

Recordemos que estamos en el punto álgido de la Guerra Fría, habiéndose desarrollado ya la estrategia de la Destrucción Mutua Asegurada, y con la Unión Soviética y los Estados Unidos en un estado de tensión casi paranoico. Poco antes del discurso, un avión de espionaje americano U2 había sido derribado en territorio soviético y el piloto capturado vivo y sometido a juicio público. Pocos meses después estallaría la Crisis de Berlín, en la que los tanques soviéticos y americanos llegaron a estar a menos de 50 metros los unos de los otros. No mucho más tarde se produciría la Crisis de los Misiles de Cuba que a punto estuvo de iniciar la Tercera Guerra Mundial.

Ese es el contexto en el que se pronunció el discurso. Pero sigamos. A continuación, Kennedy destaca lo enorme que es ese «peligro común» y que pone en riesgo la libertad y la seguridad del pueblo americano y que no hay manera de huir e ignorarlo. Es un desafío nuevo y que afecta a todas las esferas de la vida.

Y a continuación resume la tesis que defenderá en su discurso, y que nos ayuda a comprender sobre qué está hablando cuando menciona a las «sociedades secretas»:

Este desafío mortal impone a nuestra sociedad dos requisitos que conciernen directamente tanto a la prensa como al Presidente–dos requisitos que pueden parecer casi contradictorios, pero que deben ser reconciliados y cumplidos si queremos afrontar este peligro mortal. Me refiero, primero, a la  necesidad de mucha más información pública; y, segundo, a la necesidad de un mucho mayor secretismo oficial.

Este párrafo, por supuesto, también desaparece invariablemente en las versiones conspiranoicas del discurso. Curioso, ¿no? Porque el siguiente párrafo es al que dan mayor énfasis los conspiranoicos, eso sí, también convenientemente editado:

La propia palabra «secretismo» es repugnante en una sociedad libre y abierta; y nosotros estamos, como pueblo, inherentemente e históricamente opuesto a sociedades secretas, juramentos secretos y procedimientos secretos. Decidimos hace mucho que los peligros del ocultamiento excesivo y sin autorización de hechos relevantes sobrepasan ampliamente a los peligros que se citan para justificarlo. Incluso hoy, hay poco valor en oponerse a la amenaza de una sociedad cerrada imitando sus restricciones arbitrarias. Incluso hoy, hay poco valor en asegurar la supervivencia de nuestra nación si nuestras tradiciones no sobreviven con ella. Y hay un peligro muy grave de que una necesidad anunciada de un aumento de seguridad sea aprovechada por aquellos ansiosos para expandir su significado a los límites de censura oficial y ocultación. No tengo intención de permitir eso en la medida en que esté en mi control. Y ningún miembro de mi Administración, ya sea de alto o bajo rango, civil o militar, debería interpretar mis palabras aquí esta noche como una excusa para censurar las noticias, sofocar la disensión, encubrir nuestros errores u ocultar de la prensa y el público los hechos que merecen conocer.

Bueno, sin editar, y conociendo el contexto, el significado cambia. Ya no habla de conspiraciones de sociedades secretas, sino de libertad de prensa y cómo la información pública es uno de los pilares de una sociedad democrática.

Después de dar una de cal, Kennedy da una de arena y les pide a los editores que eviten «filtraciones al enemigo» porque «aunque hoy no hay ninguna guerra declarada», «nuestro modo de vida está bajo ataque». Una descripción de libro de la Guerra Fría.

Y ahora viene el segundo párrafo que hace las delicias de todo conspiranoico del tres al cuarto. Si antes mencionaba las «sociedades secretas», ahora viene la palabra «conspiración».

Requiere un cambio de visión, un cambio en las tácticas, un cambio en las misiones–por el gobierno, el pueblo, por cada hombre de negocios o líder sindical, y por cada periódico. Porque se nos opone alrededor del mundo un conspiración monolítica y despiadada que confía principalmente en medios encubiertos para expandir su esfera de influencia–en la infiltración en lugar de invasión, en subversión en lugar de elecciones, en intimidación en lugar de libre elección, en guerrillas de noche, en lugar de ejércitos de día. Es un sistema que ha reclutado vastos recursos humanos y materiales para la construcción de un denso tejido, una máquina altamente eficiente que combina operaciones militares, diplomáticas, de inteligencia, económicas, científicas y políticas.

De nuevo, ¿soy yo, o lo que está haciendo es describir la visión que tenía Estados Unidos de la Unión Soviética? Recordemos que el McCarthismo todavía estaba dando sus últimos coletazos y ser comunista era peor que ser un violador en serie.

El siguiente párrafo es otro que es sistemáticamente editado, porque deja perfectamente claro de qué está hablando el presidente. Y evidentemente, se nos acaba la conspiración:

Sus preparativos son ocultados, no publicados. Sus errores son enterrados, no publicitados. Sus disidentes son silenciados, no alabados. Ningún gasto es cuestionado, ningún rumor es imprimido, ningún secreto es revelado. Conduce la Guerra Fría, en breve, con una disciplina de tiempo de guerra que ninguna democracia esperaría nunca o desearía igualar.

Sin comentarios. Las negritas que he añadido son más que suficientes.

A continuación Kennedy habla de cómo los periódicos son una valiosa fuente de información para el enemigo y que, aunque el gobierno no debe imponer ningún tipo de censura a los periódicos, éstos deben autocensurarse para evitar revelar informaciones delicadas. En realidad, lo que continúa, a mí, personalmente me parece una amenaza velada a los periódicos, ya que después de sugerirles que se autocensuren, enumera lo que no está «dispuesto a hacer»: establecer una nueva Oficina de Información de Guerra que controle las noticias; nuevas formas de censura y nuevos tipos de clasificación de secretos…

En la segunda parte del discurso, Kennedy enfatiza la necesidad de crítica al gobierno, de que la prensa informe más y que toda crítica es bienvenida, muy en el estilo de «El Cuarto Poder». Esta segunda parte es mucho más convencional y menos dada a la manipulación. De hecho, es más un alago para compensar la dureza de la primera parte del discurso.

Transcripción completa del discurso (en inglés):
http://www.jfklibrary.org/Research/Ready-Reference/JFK-Speeches/The-President-and-the-Press-Address-before-the-American-Newspaper-Publishers-Association.aspx



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