Los ladrillos de las pirámides

Volvemos al tema de las pirámides con otra teoría sobre su construcción. La teoría fue postulada por Joseph Davidovits en 1988, fecha en la que publicó su libro «Las pirámides: un enigma resuelto».

El doctor Joseph Davidovits es un famoso investigador, afincado en París, cuyos estudios sobre materiales geopliméricos están considerados como los más revolucionarios para la industria científica desde la invención de los plásticos. Profesor en la Universidad de Toronto (Canadá), es director del Instituto para la Aplicación de las Ciencias Arqueológicas (IAPAS) de la Universidad de Barri (Florida).

La teoria de Davidovits apunta al supuesto conocimiento alquímico de los sacerdotes egipcios para fabricar piedra artificial.

Con esta hipotesis no solamente se encontraría solución al cincelado de piedras duras sino que además resolvería por fin el problema que conlleva el traslado de grandes bloques de piedra. Según él, para la construcción de la Gran Pirámide sólo era necesario ir mezclando al pie de la construcción o en el piso correspondiente los ingredientes necesarios, colocar en el molde, dejar secar y depositar en la ubicación deseada. El trabajo de Davidovits no tiene nada que ver con el ablandamiento de piedras y su posterior solidificación, tal y como han llegado a defender algunos de sus seguidores. Él se limita a fabricar piedra nueva con elementos geológicos naturales. El éxito de esta idea quedó más que claro en el año 2002 cuando en un documental para la televisión consiguió su objetivo con éxito. Un grupo de 11 personas ataviadas con ropas del antiguo Egipto y dirigidas por Davidovits llenaron una piscina con los ingredientes que había proporcionado el científico francés, consiguiendo fabricar un bloque de caliza con una textura y aspecto idénticos a los que se pueden ver en Gizeh.Sin embargo, como sucedía con los que defienden aún la supertecnología de los antiguos egipcios, en la teoría de Davidovits hay detalles que desde un principio no cuadraban.En primer lugar, no conservamos ni un solo referente arqueológico ya sea una descripción en un relieve, un texto o cualquier otra referencia indirecta que nos de pistas para demostrar que, efectivamente, los egipcios licuaban la piedra y luego la solidificaban. Tampoco se ha descubierto ninguno de los moldes que supuestamente se debieron de emplear en la construcción de las pirámides. Es más, cualquiera que se dé una vuelta por la Gran Pirámide puede descubrir que sus más de 2 millones de bloques de piedra tienen medidas diferentes. Si los egipcios fueron tan torpes de emplear para cada piedra un molde, estarán conmigo en que es extraño que no haya aparecido ninguno de esos millones de moldes. El estudio químico de la piedra ha demostrado en los últimos años que las canteras de la Gran Pirámide están ubicadas tanto en la propia meseta de Gizeh, en su mayor parte, como en las canteras de Tura y en el Moqattam, estas dos últimas muy cerca de la moderna ciudad de El Cairo. Además su análisis también ha demostrado que se trata de piedra totalmente natural, que no ha sufrido ninguna clase de proceso químico. Pero la originalidad del trabajo de Davidovits se centra en los diferentes frentes desde los que afronta su investigación.En primer lugar el análisis fotográfico de fragmentos de caliza procedentes del Canal Ascendente recogidos por Jean Philippe Lauer y entregados por Davidovits a tres laboratorios para su investigación dieron resultados sorprendentes. En estos fragmentos aparecieron lo que parecían ser burbujas y una mancha oscura delgada y alargada; algo que más de uno se adelantó a decir que eran restos de cabellos.En este punto hay que decir en favor de Davidovits que cualquiera que lea su libro se puede dar cuenta de la prudencia con la que este científico francés maneja los datos. En ninguna parte del mismo se dice tajantemente que estos restos sean tejidos o cabellos sino que literalmente leemos “los tres laboratorios informaron que la mancha no podía ser otra cosa que un pequeño atadijo de dos o tres fibras orgánicas, posiblemente pelo”. Uno de los “cabellos” medía casi 20 centímetros, algo totalmente inaudito en el antiguo Egipto en donde los sacerdotes iban con la cabeza totalmente afeitada, en la medida de lo posible también, por cuestiones de higiene. Pero nunca, en cualquier caso, nadie llevaba el pelo tan largo.Otro de los argumentos que se han querido meter con calzador a la teoría de Davidovits es la variabilidad de densidad de los bloques de piedra de la Gran Pirámide. En realidad, el francés no menciona en ninguna parte de su libro este hecho, pero una vez más, los que han exagerado su teoría han añadido elementos de su propia cosecha.

El siguiente documental es una recreación publicada por Fernando Malkun que recrea la teoría de Davidovits.

http://www.youtube.com/view_play_list?p=CA8DC321C07CB6A6

Como conclusión, se coja por donde se coja, la teoría de Davidovits no tiene ni sentido ni coincidencia alguna con la cultura egipcia. No se conservan ni los moldes, ni la fórmula del cemento, los análisis de la piedra son tajantes en defensa del origen y naturaleza de las piedras, y el esquema en general chirría estrepitosamente cuando se le quiere cotejar con las fuentes egipcias.

Referencias:

http://www.paleoastronautica.com/162_ablandadores_piedras.html

http://www.paleoastronautica.com/174_trabajo_piedra.html

http://en.wikipedia.org/wiki/Joseph_Davidovits

La mayor parte del razonamiento de este artículo está extraido del libro «El Enigma de la Gran Pirámide», de Nacho Ares, Ed. Oberon (Madrid 2004)

 

  • @ doc halliday:
    No puedo defender ninguna posición porque no tengo ni idea del tema. Seguramente tengas razón.
    Aunque sí que pienso que un faraón egocéntrico haría lo imposible por mantener en secreto sus técnicas para construir templos y perfectas estatuas gigantes, y con todo ello impresionar al enemigo o al mundo entero.
    Lo compararía quizá con los no pocos secretos industriales que ocultan hoy algunas empresas.
    ¡No vas a contar al adversario tu técnica para construir perfecto, bonito y barato!
    (no voy con ironía, sólo opino)
    Un saludo.

    pd: es impresionante el vídeo enlazado en una entrada de este mismo blog donde se muestra a un sólo hombre, Wally Wallington, no precisamente musculoso, moviendo piedras de toneladas ¡usando solo palancas!
    Visto eso TODO es posible.
    https://lamentiraestaahifuera.com/2012/01/27/el-misterioso-castillo-de-coral/

  • @ Ivan Ferrer:
    @ doc halliday:

    Aparte que lo que tendría sentido guardar en secreto sería la técnica para convertir arenas diferentes en duras piedras, algo así como la receta del hormigón de determinado puente.

    No tendría sentido mantener en secreto el encofrado del mismo, a 20.000 trabajadores o así que lo verían desde lejos, por más que después se deshicieran de los moldes.

    Lo normal sería que se hubieran hecho como hoy en día, con tablones de madera en muchos casos, que dejan sus marcas en el hormigón, juntas, etc. que se pueden ver en cualquier construcción hoy en día.

    Por ultimo no tiene sentido hacer entonces las piedras diferentes, si vas poniendo los moldes los puedes ir reutilizando y tardas la mitad.

  • @ doc halliday:
    @ Strippedy:
    Me parecía bien la idea de los moldes porque encuentro un verdadero disparate traer esos 6,3 millones de bloques de 2,5 toneladas cada uno de una o varias canteras, quizá cargados en barcazas a través del Nilo, subirlos a su sitio en la pirámide con medios mínimos sin romperlos ni descascarillarlos, y colocarlos.
    Me parece mucho más práctico, inteligente y barato en cuanto a esclavos, barcazas, etc. fabricarlos a medida directamente en cada piso, rodarlos sobre troncos horizontalmente a su sitio y encajarlos. Con eso y unos meros 100 esclavos se podría avanzar a buen ritmo.

    Pero ciertamente no sería une técnica que pasara desapercibida para nadie.

    Hoy día vemos marcas del encofrado del hormigón incluso en edificios terminados, cosa que siempre he considerado una marranada, que me perdonen los arquitectos. ¿Tanto cuesta como mínimo lijar o embellecer por encima las caras visibles??

    Por otro lado considero que de haber esculpido esos bloques directamente en la cantera, parece que por todos lados (incluso por el camino) habría bloques rotos, bloques con errores, con martillazos mal dados… Un rastro que tampoco pasaría desapercibido.
    Vale que quizá los reciclaran para hacer bloques más pequeños, pero…

    Quizá la primera pirámide la hicieran a lo bruto, con bloques de cantera; pero a la segunda parece que dirían: joer, ¿a nadie se le ocurre un método mejor?? :)

    Saludos.

  • @ doc halliday:
    bueeeno, acepto pulpo.. jeje, es broma.
    La verdad es que me quedo sin argumentos (ya empecé sin ellos).
    Se agradece el tono cordial y la molestia en instruir. Así da gusto dialogar.

    Entiendo entonces que parte del misterio sigue en pie, no? Ya no la procedencia de los bloques, sino cómo los trajinaron y encajaron con semejante precisión a tanta altura.
    Sin derechos laborales sería más fácil, hay que decir.

    Abrazos.

  • Y bien alimentados, en comparación con la mayoría del resto de la población de ese tiempo. Así como Su status social, todo esto contribuyó (todos los indicios y evidencias apuntan a ello), a que cualquier trabajador en las pirámides sacaba beneficio de su labor, económico, social y familiar. :-D



\Incluya

Puedes seguir las respuestas a esta entrada por RSS 2.0 feed.