Al gobierno australiano se le va la mano con los chemtrails
El mes pasado, la ciudad australiana de Goulburn se cubrió en muy poco tiempo por un manto blanco, pero no era nieve. No, tampoco eran microfibras vertidas por aviones tratando de intoxicar a la población con chemtrails. Se trataba de millones de pequeñas arañas que decidieron desplazarse todas al mismo tiempo. A este fenómeno, que ocurre en determinadas condiciones atmosféricas, se le conoce como «angel hair», o cabello de angel.