El experimento ruso del sueño
La historia dice así:
Investigadores rusos en la década de los 40, hicieron un experimento utilizando a 5 prisioneros políticos que eran considerados enemigos del estado. Se les prometió falsamente que serían liberados si accedían voluntariamente a ser usados como conejillos de indias durante una prueba, en la que se probaría sobre ellos un nuevo gas excitante que los iba a mantener despiertos durante un mes entero. Fueron confinados en un habitáculo sellado en el que se controlaba el consumo de oxígeno y se les administraba el gas en su dosis exacta, ya que en dosis más elevadas era mortal. No tenían camas, ya que no iban a dormir, pero tenían agua, alimentos secos para un mes, un inodoro y cosas para leer. Para observar el experimento, se disponía de una ventana de cristal grueso, con un diámetro de 5 pulgadas, y varios micrófonos.