Miguel Celades y el negocio de la conspiración

Veinte chamanes, gurús, brujos, sacerdotisas y líderes espirituales de todo tipo de religión, creencia o secta se concentraron hace unos días en un colegio del barcelonés barrio de Gracia. Participaban en un congreso que, bajo el título Maestros y guías, convocó a todo este revoltijo de espiritualidades varias y captó la atención de 300 inscritos dispuestos a meditar, recitar cánticos gregorianos, escuchar mantras e invocar a toda clase de dioses y espíritus. Eso sí, previo pago de 100 euros.

El baile de dos mujeres ataviadas con largos y dorados vestidos emulando a la diosa egipcia Isis abrió unas ponencias que fueron un sinfín de ceremonias, invocaciones y más de una charla sectaria.
Este es el penúltimo de los congresos organizados por Miguel Celades Rex, ya que tanto Madrid como Barcelona esperan acoger a partir de mayo otras muchas reuniones del conocido como movimiento conspiranoico. Congreso de Ciencia y Espíritu, Congreso de Exopolítica, Congreso de Energías Libres… Todos tienen el mismo denominador común: detrás siempre está este hombre, que desde hace un año y medio convoca a ponentes de todo el mundo que van en contra de toda teoría oficial sobre cualquier tema. Miguel Celades sabe qué personajes atraen a la opinión pública y nos avanza que en el próximo congreso de Ciencia y Espíritu invitará al ex banquero Mario Conde, a Leopoldo Abadía –autor del exitoso libro La crisis ninja– y a Enric Duran, el Robín de los Bancos, un joven antisistema que estafó medio millón de euros a la banca en 2009 y destinó su botín a editar un periódico de contrainformación.
Celades es un tipo peculiar, que cree en los chemtrails, supuesto fenómeno por el que estelas de aviones nos fumigan diariamente con productos químicos. Es músico de formación y profesor de guitarra con un máster en dirección comercial y márquetin. Cuenta que antes vivía de la intermediación en la compra y venta de hoteles y ahora tiene una especial habilidad para convocar militares conspiradores, espías arrepentidos y monjas científicas. “Es vocacional, me pone cachondo”, explica.
En tiempos de crisis, este movimiento es un filón. Por eso, ponencias con títulos como “El 11-S fue un autoatentado”, “La vacuna de gripe A daña la salud” o “La tierra es hueca” llenan salas de adeptos dispuestos a pagar 100 euros por escuchar a charlatanes con teorías inquietantes.
El último Congreso de Exopolítica, celebrado el pasado otoño en Sitges (Barcelona), reunió a 1.400 personas atraídas por el tema de la desclasificación de los expedientes de ovnis. A pesar del éxito de la convocatoria, Celades asegura que de esa convención solo sacó 7.000 euros de beneficios, que repartió entre diez colaboradores. “No es ningún negocio, tampoco me dan subvenciones; como mucho me darán un día un tiro en la cabeza”, explica con toda tranquilidad. “Soy un investigador de lo que ocultan los medios de comunicación, activista social y conferenciante de nuevas tendencias de la economía”, cuenta mientras un abogado habla en la sala sobre las leyes divinas.
Pero Celades no es el ideólogo de este nuevo negocio. Al parecer, su inspirador fue Rafael Palacios, un conocido periodista que cree que hay un gobierno oculto y que edita el periódico digital Jaque Mate. “A Miguel Celades –comenta Palacios– le di la idea y las temáticas, y sugerí los ponentes. Siempre le he apoyado y gracias a mí tuvo tanto poder de convocatoria, ya que la mayoría de los asistentes son seguidores míos, incluso yo me encargué de vender las entradas desde mi web. Pero al final no me dejó ni intervenir en él”.
Pero lo que toca Celades no siempre funciona. Según información del Registro Mercantil, Miguel Celades Rex aparece como socio único o administrador de ocho sociedades: Todohotel Productos y Servicios, Air Car Factories, Todoparcelas SL, Las Terrazas de Sierra Elvira, Motor de Aire Comprimido SL, Mundial Franchising Brokers SL, Todogeriátrico SL y Sistemas Angulares de Construcción SL. Celades acumula sin demasiada suerte esta amalgama de negocios, que van desde la promoción inmobiliaria a videoclubes con licencia de sex-shop. Sobre algunas de estas empresas pesan embargos ejecutivos de Hacienda. “He recibido alguna carta de Hacienda, pero nada importante”, esquiva. En Air Car Factories –constituida en 2008 con un capital social de 100.000 euros y dedicada al desarrollo de energías renovables– Celades aparece como socio único. Esta sociedad la creó para impulsar la fabricación y comercialización del coche con motor de aire comprimido. Un proyecto que finalmente fracasó. La casa matriz MDI, ubicada en Francia, le vendió la patente y luego se la retiró. Celades reconoce que ese era su gran proyecto: “Aquí invertí toda mi energía y me he arruinado. Rompí con el francés y he perdido unos dos millones de euros, lo equivalente a ocho años de mi sueldo. Durante todo este tiempo hice treinta viajes a Niza al año y no he cobrado nada”.
Celades asegura que el fracaso es culpa de los grandes poderes ocultos y de algún político que lo bloqueó por la imposibilidad de cobrar impuestos por este vehículo. La realidad parece otra. Este coche es inviable porque necesita compresores de aire comprimido que funcionan con gasolina o con electricidad, con lo cual no parece tan ecológico como se promocionó en su momento..

Artículo original aparecido en revista Interviú el 1/3/2010

  • Estimado Tulio tus comentarios me han salvado de abandonar este blog absolutamente desilusionado por no encontrar otra cosa que respuestas exasperadas de algunos que parecen tener la piel bastante más sensible que yo, en fin ellos sabrán…
    Concretamente sobre tu pregunta, si bien internet es el mas anárquico de los medio, mi respuesta es sí, claro, de cualquiera lado puede provenir el engaño y no me parece sano «comprar» ciegamente absolutamente nada.
    Porque abrazar de esa manera cualquier convicción es volverse un fanático y mas allá de que el término (en su acepción moderna) se use ligeramente y hasta como algo deseable o bueno, como en el caso de los hinchas de fútbol, por ejemplo, es una cuestión muy seria y muy peligrosa ya se aplique a la política, a la religión, a la ciencia o cualquier otra creencia.
    Entonces creo, que el verdadero escéptico es el que no acepta nada livianamente sin profundizar, sin investigar, sin informarse (incluso sobre aquello que a primera vista parece extraño) y no consiste en rechazar sistemáticamente una de las posturas, que es el vicio que me pareció encontrar en este foro. Digo esto último con mucho respeto, podría ser que en el futuro lea aquí otras cosas y cambie mi opinión y en tal caso no tendría problema en cambiar si me convenciese en contrario de la impresión que ahora tengo.
    Ahora si, es innegable que los “alternativos” tiene un argumento que no se puede discutir: “Muchas de las teorías aceptadas hoy universalmente nacieron como los delirios de un loco a quien la comunidad científica dentro de sus paradigmas se encargó de execrar y ridiculizar a sus creadores (siempre con tan brillante soberbia y vanidad, primas hermanas del fanatismo) pero finalmente hubieron de ceder ante lo que resulto en un paso hacia la evolución, generalmente sinuosa y compleja. Es claro que este argumento no hace necesariamente cierta una teoría o postura desde ya.
    Un Abrazo
    PD: Respecto de la propuesta de SuperViruS mi respuesta es no porque no me parece que usted esté dispuesto a aprender nada nuevo, al menos en ese sentido y por tal no sería otra cosa que una discusión improcedente. Por mi piel no se preocupe que está perfectamente.



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