Estamos solos en la galaxia. Cuánto espacio desaprovechado.

Mientras trabajaba en el Laboratorio Nacional de Los Álamos en 1950, Enrico Fermi preguntó a sus colegas: «¿Dónde están los extraterrestres?». Un grupo de científicos del Future of Humanity Institute de la Universidad de Oxford han encontrado la respuesta a la pregunta: «Casi con total certeza, no están».

Fermi se extrañaba por una discrepancia que encontró desconcertante: Si hay tantas estrellas en nuestra galaxia, incluso una ínfima probabilidad de que surgiese vida inteligente en un planeta orbitando alrededor de cualquiera de ellas, daría como resultado la existencia de muchas civilizaciones como la nuestra, o incluso más avanzadas.

Algunas de esas civilizaciones, deberían de haber adquirido la capacidad de hacer viajes interestelares o de comunicarse a distancia.

Pero sin embargo, desde que hemos empezado a observar más allá de los limites de nuestro planeta, no hemos encontrado nada. ¿Donde están entonces los extraterrestres? Esta discrepancia se conoce como «la paradoja de Fermi«.

La ecuación de Drake fue pensada como una manera aproximada para estimar el número de civilizaciones detectables o contactables en la Vía Láctea, expresadas como un producto de siete factores:

N=R*fpneflfifcL

Dónde R* es la tasa de formación de estrellas por año, fp es la fracción de estrellas con planetas, ne es la fracción de esas estrellas con planetas parecidos a la Tierra (o habitables), fl es la fracción de tales planetas con vida, fi es la fracción con vida que desarrolla inteligencia, fc es la fracción de civilizaciones que son detectables / contactables, y L es la longevidad promedio de esas civilizaciones detectables en años.

El resultado de esta ecuación, N, es la cantidad de civilizaciones extraterrestres que nos están esperando ahí fuera.

La formulación de esta ecuación es correcta, pero el resultado es incierto, debido a que se desconocen los factores de las fracciones que la componen. El resultado de esta ecuación puede ser 0, 1, 100 o un millón. Esta incertidumbre es el resultado de asumir una certeza usando parámetros inciertos.

Estos científicos de Oxford, han planteado una alternativa novedosa para resolver la ecuación de Drake, incorporando modelos estadísticos de aplicación en química y biología. En vez de aplicar factores a cada parámetro de la ecuación, se han tomado unos rangos que oscilan en varios órdenes de magnitud.

Cuando analizamos de esta manera la ecuación de Fermi, encontramos una probabilidad sustancial de que estamos solos en nuestra galaxia, y tal vez incluso en nuestro universo observable. «¿Dónde están?» Probablemente muy lejos, y muy posiblemente más allá del horizonte cosmológico y siempre inalcanzable.

La conclusión del estudio de estos científicos no es que no haya otra civilización inteligente en el Universo además de nosotros, pero sí que esto es altamente improbable.



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