La cabeza caucásica de Guatemala

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«En el siglo pasado, en lo profundo de las selvas de Guatemala, una gigantesca cabeza de piedra fue descubierta.

El rostro tenía rasgos finos, labios delgados y nariz grande y su cara estaba dirigida hacia el cielo. Inusualmente, el rostro mostraba rasgos caucásicos que no eran compatibles con cualquiera de las razas prehispánicas de América central.»

La historia comienza en 1987 cuando un abogado llamado Óscar Rafael Padilla Lara, publicó un articulo sobre esta cabeza. En él, decía que el año anterior había recibido una fotografía de una gran cabeza de piedra tomada por un terrateniente guatemalteco que murió antes de revelar su ubicación.

Hay un par de datos, sin embargo, que no se especifican en el texto que acompaña a esta fotografía en las redes sociales: que la revista era Ancient Skies, un medio que apoyaba la teoría de los antiguos astronautas, y que Oscar Padilla es un ufólogo autor de la Enciclopedia ufológica de Guatemala (1999).

Mas tarde, Padilla afirmó que había estado años tratando de descubrir el lugar en el que se encontraba la escultura, y al final la encontró. Estaba cerca de una pequeña ciudad llamada Democracia, famosa por otras estatuas de cabezas similares de origen olmeca, aunque éstas muestran rasgos de los nativos prehispánicos, mientras que la de Padilla tiene rastros caucásicos.

cabeza democracia

El conocido autor sobre el mundo del misterio, David Hatcher Childress, al que seguro habréis visto en alguno de esos sesudos documentales del Canal Historia,  leyó el artículo y se desplazó a Guatemala para entrevistarse con Padilla en 1991.

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Sin embargo no fue capaz de que le dijese la ubicación exacta del monumento y se negó a acompañarle para que él lo viese. Solo le dijo que la estatua había sido destruida en 1981, cuando los revolucionarios la utilizaron para hacer prácticas de tiro, habiéndola desfigurado por completo.

Curiosamente, Padilla no tomó ninguna fotografía de la cara destruida.

Hasta aquí todo parece indicar que la cabeza nunca existió, y que todo fue un fake montado por Padilla, basado en una foto trucada. Pero no. El arqueólogo estadounidense Lee A. Parsons había informado sobre esa cabeza de piedra mucho antes de que Padilla escribiese su artículo.

En la edición 41 del Congreso Internacional de Americanistas (1974),  Parsons dio una charla titulada «Una Cabeza de Piedra Colosal Pseudo Precolombina en la Costa Pacífica de Guatemala». La cabeza había sido tallada sobre un penacho de roca volcánica por el propietario de una granja cerca de Las Victorias en abril de 1936, posiblemente inspirada en las colosales cabezas de la Isla de Pascua, y como monumento póstumo en honor a su difunta esposa. La escultura incluía una placa que lleva la fecha de la construcción.

Un grupo de investigadores del Carnegie Institution encontraron la estatua en una expedición de 1941, cuando circulaban por un camino que transcurría al lado, y tomaron fotos del hallazgo. Parsons tuvo la oportunidad de ver las fotos e incluso mantuvo entrevistas con las personas que la encontraron.

El propio Parsons viajó en 1970 a Guatemala para ver la cabeza, pero cuando la encontró, ésta ya no tenía la placa, y estaba cubierta de vegetación. Los rasgos habían sido erosionados por la humedad y la propia fragilidad de la roca volcánica.

La conclusión a la que podemos llegar, es que la fotografía de Padilla, es realmente una de las que tomó el Instituto Carnegie, que de alguna manera llegó a sus manos.



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