El efecto del wifi (o la ausencia del mismo) sobre la germinación de semillas

semillas

A principios de 2013, un grupo de niñas de 9º curso del colegio Hjallerup, en Dinamarca, captaron la atención mediática al publicar un estudio que aparentemente probaba cómo la radiación de los routers wifi podía afectar a la germinación y crecimiento de las semillas. Según estas niñas, cuando se quedaban dormidas con el teléfono móvil cerca de sus cabezas, al día siguiente tenían problemas de concentración. Como la realización de un estudio utilizando sistemas de medición de la actividad cerebral se las escapaba de sus posibilidades, decidieron finalmente utilizar radiación wifi y semillas, algo que según sus estimaciones, era similar.

Colocaron 12 platos con algodón húmedo sobre los que colocaron las semillas. 6 de ellos los pusieron en una habitación cerca de routers wifi y los otros 6 en una habitación retirada de las fuentes de radiación. Dejaron el experimento durante 12 días, tras los cuales, las semillas que habían estado cerca de los routers habían crecido mucho menos que las que habían estado alejadas.

Estos resultados fueron merecedores de un premio de 1.000 coronas y provocaron la alarma a muchas personas que leyeron en los medios esta noticia.

Pero poco después, hubo otros científicos que se interesaron por este experimento y que profundizaron más en la manera en la que fue llevado a cabo, descubriendo que fue el resultado de aplicar mala ciencia. Realmente se hicieron dos experimentos y no uno. En el primero solo utilizaron los routers,sin obtener resultados muy espectaculares. En el segundo, se incluyeron ordenadores portátiles realizando pings para aumentar el tráfico y consecuentemente, la radiación wifi.

ordenadores

En ese experimento es el el que se observó más disparidad entre los dos grupos de semillas. Pero se pasaba someramente sobre el hecho de que los ordenadores portátiles estaban alterando la temperatura y humedad, provocando que las condiciones en las que se encontraban los dos grupos de semillas fuese distinta. Además el experimento se cortó en el día 13, cuando el grupo de referencia alcanzó un crecimiento significativo, sin dar tiempo a que el grupo cercano a los routers pudiese crecer al mismo tamaño aunque tardase más tiempo por la variación de las condiciones exteriores.

Simplemente, estuvieron experimentando hasta que obtuvieron el resultado que querían obtener.

Ni la radiación de los routers ni la de los móviles es perjudicial para la salud, porque no tienen energía suficiente para serlo. Si realizas en casa un experimento obteniendo un resultado que dice lo contrario, revísalo, porque algo has hecho mal. Esto es lo que le pasó a un usuario de youtube en este vídeo, que amablemente dejó en los comentarios un lector de este blog.

Esta persona tomaba unas semillas y las metía en un tarro de plástico con algodón húmedo. Lo colocaba encima de un router wifi y esperaba un día. Posteriormente hacía la misma operación pero metiendo las semillas en un bote metálico que apantallase la radiación wifi. El resultado fue, como no, que las semillas apantalladas crecieron más.

Pero en este otro vídeo, subido por la misma persona, se repite el experimento en condiciones controladas de temperatura, luz, humedad y radiación recibida.  El resultado, fue que la variación en la germinación y el crecimiento entre ambas muestras resultó insignificante. Eso sí, el primer vídeo tiene 145.000 visionados, y el segundo solo 500.



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