Rosalía Lombardo: la triste historia de una niña de 94 años

Rosalia Lombardo

Rosalía Lombardo era una niña siciliana que nació en 1918. A los dos años de edad contrajo una neumonía que provocó su muerte. Sus padres quedaron tan desolados, e incapaces de aceptar su ausencia, que pidieron al reputado químico Alfredo Salafia que la embalsamase, para que pareciese que seguía viva, sumida en un profundo sueño.  Salafia hizo un trabajo extraordinario, sustituyendo la sangre de la pequeña por un líquido a base de formalina, sales de zinc, alcohol, ácido salicílico, y glicerina. Para evitar la sequedad de la piel, la untó con parafina.

La momia fue llevada por sus padres a las catacumbas de Palermo, que la aceptaron de manera excepcional (ya no admitían a más cadáveres), y la dejaron allí en un pequeño féretro forrado de plomo y cubierto con un doble vidrio sellado con cera. Allí la visitaban y pagaban a los monjes por los cuidados.

Con el paso de los años, se pudo apreciar la calidad del trabajo de Salafia, ya que el aspecto de la niña en 2007 era el que se muestra en la fotografía de arriba. La niña siguía presentando un aspecto adorable y daba la impresión de que iba a abrir los ojos en cualquier momento. De hecho, la momia se ganó el apodo de “la bella durmiente”, y es la principal atracción de las catacumbas de Palermo, que están abiertas al público.

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Hay quien incluso han visto un signo de santidad en su asombrosa conservación. Otros en cambio, sospecharon de los monjes, acusándolos de que en algún momento del siglo pasado hubiesen cambiado a la niña por una muñeca. Esto provocó el interés de varios científicos, que se acercaron a la momia para analizarla.

Rosalía Lombardo: La momia perfecta

La familia de Rosalía no aprueba estas investigaciones. De hecho, nadie les pidió permiso para realizarlas. Su hermana, nacida en 1925, a la que sus padres también llamaron Rosalía, y su sobrina Rosanna, culpan a National Geographic del deterioro del cadáver por las pruebas a las que lo sometieron para su número de febrero de 2009, en la edición de EE.UU.

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El aspecto que presenta ahora Rosalía es distinto. La piel parece más deteriorada, e incluso su cabello se ha vuelto rubio y sus ojos se han entreabierto.

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En el medio local “blog Sicilia” su familia publicó la siguiente carta:

Estimados señores.

Mi nombre es Rosalía Lombardo. Nací en Gaeta el 15 de Septiembre de 1925, y soy hermana con el mismo nombre de la famosa momia que se encuentra en las catacumbas de los capuchinos de Palermo.

Me dirijo a ustedes para denunciar unos hechos que en mi opinión son increíbles, y han herido mi sensibilidad en relación a mi hermana.

A diario veo en los medios, incluso en canales de televisión referencias a mi hermana relacionándola con temas surrealistas, con la única finalidad de aumentar la audiencia. Todo ello sin mi nuestra autorización.

A todo ello yo quiero añadir, que la última vez que vi a mi hermana, en el año 2007, tenía un aspecto sonrosado muy bueno, digno del sobrenombre con el que se la conoce: “la bella durmiente”.

Desgraciadamente, en la actualidad el cuerpo parece de otra persona. Tiene el pelo diferente, los ojos están semiabiertos, y su tez se ha tornado de un color distinto, como oxidado.

Y nos gustaría saber cuál es la causa de ello. Nos gustaría saber quien ha dañado irreparablemente el cuerpo de mi hermana. Cuando he tratado de averiguarlo he sido invitada a guardar silencio.

Incluso afirman que el aspecto de su vestimenta es distinto, lo que implicaría que se ha retirado el sello de la última tapa de cristal.  ¿Quién miente? Lo que no da lugar a dudas es el cambio del aspecto de la niña.

Por si fuera poco, a las proclamas sobre su santidad, se han unido otras nuevas, como un reciente bulo que afirma que la momia abre y cierra los ojos todos los días.

No he encontrado ninguna evidencia de los equipos de investigación que hiciesen referencia a esa cámara que tomaba fotografías de la momia cada 60 minutos. Por otra parte, ¿qué sentido tendría hacerlo? La explicación aportada tampoco es valida, ya que la humedad dentro del féretro no varia, ya que está sellado. En otros sitios he leído que la causa de la decoloración del pelo es la fotólisis provocada por la luz del flash de la cámara. La fotólisis es el proceso que ocurre en las plantas durante la fotosíntesis. Me cuesta creer que un flash cada 60 minutos durante uno o varios días pueda tener efectos tan devastadores.

Lo máximo que he encontrado es esta animación en la que se puede ver como Rosalía abre los ojos.

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Es de dudoso origen y se aprecia que en cada toma la cámara se desplaza ligeramente. A mi parecer, se trata de una falsificación en la que se está fotografiando otra fotografía impresa sobre la que entre toma y toma se pinta con un rotulador el movimiento de los ojos.

Si los padres de Rosalía hubiesen sabido lo que iba a pasar con el cadáver de su hija, quizá hubiesen preferido enterrarla como todo el mundo.

 

26 Junio de 2014

Rossella Lorenzi publica en su blog unas declaraciones del conservador de la momia de Rosalía, Dario Piombino-Mascali, en las que afirma que

Es una ilusión óptica producida por la luz que le llega desde una ventana lateral, que incide de manera distinta a lo largo del día.

La nueva posición hace más fácil visualizar los párpados de Rosalía.

No están completamente cerrados, y en realidad nunca lo han estado.

http://news.discovery.com/history/archaeology/optical-illusion-child-mummy-opens-and-closes-her-eyes-140620.htm



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