Pauling, la vitamina C y la mentira ortomolecular

La medicina ortomolecular es una de tantas «medicinas alternativas», y como tal no es más que un conjunto de premisas falsas y alejadas de la realidad que unos cuantos avivados utilizan para estafar a la gente. Que esto es así no es nada nuevo, pero como siguen apareciendo indivíduos  -como este, acá en Argentina- que promocionan esta terapia prometiendo curas increíbles, me parece que no viene mal recordar cómo viene la mano con esta mentira.

Linus Pauling

Nadie con un poco de sentido común puede negar que Linus Pauling fue un gran científico. Es considerado como uno de los fundadores de la biología molecular y la química cuántica, y ha hecho aportes importantes al conocimiento. Un ejemplo -solo por dar uno que a mi me parece genial- es el concepto de hibridación de orbitales atómicos, desarrollado durante las investigaciones sobre enlaces químicos por las que le otorgaran el Premio Nobel de Química en 1954. A esto habría que agregar que Pauling es, en realidad, doble Premio Nobel, ya que en 1962 se le otorgó el Nobel de la paz en reconocimiento a su fuerte oposición a las pruebas nucleares.

Claro que semejante currículo no es garantía de infalibilidad. Como en otros casos, entre los que se puede citar a Wigner y a Montagnier, Pauling demuestra que ganar un Nobel no impide que alguien caiga en argumentos falaces. Wigner derrapó con su hipótesis del observador consciente, de la que ya hablé en otra entrada. Montagnier, por su parte, se pasó al lado oscuro y ahora defiende la homeopatía. En el caso de Pauling el problema surge, a mi parecer, de un exceso en su visión molecular de la vida. Según él mismo:
«To understand the human body in health and in disease we need to know the structure of the small molecules and the large molecules.»
«Para entender al cuerpo humano en la salud y la enfermedad necesitamos conocer la estructura de las moléculas grandes y pequeñas.» [1]

Una visión reduccionista que en sí misma no tiene nada de malo ni extravagante, y que en cierta forma comparto, aunque haya llevado a Pauling a cometer un error.

El dos veces Premio Nobel, Linus Pauling.

Medicina ortomolecular, vitamina C y cáncer

Pauling no era médico sino químico de carrera, y puede que hasta fuera un poco más físico que químico en lo que a la forma de trabajar se refiere. Tal vez sea esto lo que lo llevó a buscar una causa común para varias -sino todas las- enfermedades. De esta búsqueda surgió la medicina ortomolecular, basada en la hipótesis de que la prevención y cura de las enfermedades puede lograrse regulando la concentración de las moléculas que se encuentran normalmente en el cuerpo humano. Estas moléculas pueden ser de vitaminas, aminoácidos, o cualquier otra sustancia que normalmente está presente en el cuerpo [2]. Tomando como premisa esta hipótesis Linus Pauling propone tratar las distintas enfermedades administrando dosis, mayores o menores a las normales según corresponda, de la/las sustancias necesarias para alcanzar una concentración molecular óptima. En el mismo artículo de 1967 [2] en el que presenta su hipótesis Pauling da algunos ejemplos de posibles tratamientos basados en esta idea, entre los que se menciona la ingesta de grandes dosis de ácido ascórbico -5 a 25 gr diarios- para aliviar resfríos y otras enfermedades infecciosas. En ese mismo año también publica Orthomolecular Psychiatry, donde aplica las mismas ideas a las enfermedades mentales [3].

Si bien en la terapia ortomolecular se administran distintas sustancias, la vitamina C parece haber sido la preferida de Pauling [4]. En 1970 publica el primer libro sobre el tema, titulado «Vitamin C and the Common Cold», en el que afirma que consumir 1gr de vitamina C todos los días reduce hasta en 45% las probabilidades de contraer un resfriado en la mayoría de las personas, e incluso hay personas que podrían necesitar dosis mucho mayores. Como es de esperarse, e incluso el mismo lo acepta, fue ampliamente criticado por tanto por médicos como por otros científicos. No conforme con esto Linus decide redoblar la apuesta respecto de las bondades de la vitamina C, afirmando que megadosis de la misma podrían reducir hasta en un 10% la incidencia y mortalidad por cáncer. En colaboración con el Dr. Ewan Cameron, por aquel entonces jefe de cirugía del htal. Vale of Leven de Escocia, publica el libro Cancer and Vitamin C (1979). Más tarde, en 1986, publica  How to Feel Better and Live Longer en el que ya trata a la vitamina C como una verdadera panacea: mejora la salud general, previene contra enfermedades cardíacas, cáncer y otras enfermedades, y detiene el envejecimiento.

Pauling estaba completamente convencido de lo que decía, al punto de suministrarse a sí mismo dosis diarias de entre 12gr y 40gr de vitamina C cuando los síntomas de resfrío aparecían [5]. Lamentablemente, dado que no hubo controles adecuados, no hay manera de saber si tales dosis de vitamina C tuvieron alguna influencia en el desarrollo del cáncer de próstata que terminó con su vida en agosto de 1994.

¿Por qué la medicina ortomolecular es pseudocientífica?

Para construir una teoría no alcanza con hacerse de una hipótesis que suene «razonable», sino que esta hipótesis debe ser verificada en forma experimental en repetidas ocasiones, y por distintos investigadores. En lo que respecta al testeo de medicamentos o terapias se debe ser muy cuidadoso, porque los resultados experimentales están muy afectados por el efecto placebo y es muy  difícil eliminar el sesgo de observación. Es muy común que los estudios sean ciegos y doble ciegos cuando se trata con sistemas de este tipo.

Varios estudios de este tipo se llevaron a cabo para poner a prueba las afirmaciones de Pauling acerca de los resultados positivos de las megadosis de vitamina C como medida contra el resfrío, y estos contradicen a la medicina ortomolecular [6]. Por dar algún ejemplo, nada más, se pueden nombrar 2 estudios independientes realizados en las mismas condiciones, uno en 1967 [7] y otro en 1972-1973 [8]. En ambos casos se inoculó a los voluntarios con el virus del resfriado común; la mitad de estas personas fue tratada con altas dosis de vitamina C y la otra mitad con placebos, varios días antes y después de la inoculación. El resultado fue el mismo para ambos grupos. Algo similar sucede con las afirmaciones que tanto Pauling como Cameron hacen en su libro Cancer and Vitamin C. En este enlace se describen brevemente 3 experimentos llevados a cabo en 1979, 1983, y 1985. En estos tres estudios se compara la evolución de pacientes con cáncer tratados con dosis de 10gr de vitamina C, y con placebos. En todos los casos ambos tratamientos tuvieron resultados similares, lo que hace muy poco creíbles a las afirmaciones de Pauling y Cameron. Incluso, hoy por hoy, es sabido que las megadosis de vitaminas tienen contraindicaciones, y la vitamina C no es la excepción.

A pesar de tener una importante cantidad de evidencia en contra la medicina ortomolecular creció y ganó una buena cantidad de adeptos, y estoy seguro de que esto es consecuencia directa del incondicional apoyo de su creador, Linus Pauling. Después de todo se trataba de un Premio Nobel -doble- , y sabemos lo fácil que es rendirse frente a una autoridad de ese calibre. Pero justamente por tener Pauling esta condición es que resulta llamativa la defensa, casi irracional, a su creación y particularmente a las supuestas bondades de la vitamina C. No falta quien piensa que detrás de todo esto hay, al menos, un poco más que convicciones y ciertamente tienen motivos para hacerlo. Basta citar el enfrentamiento que tuvo con Arthur Robinson, cuyo origen pueden entenderse en esta carta. Este enfrentamiento terminó en juicio, por el cual el instituto perdió cerca de 1 millón de dolares [9].

A todo esto -como si fuese poco- tenemos que agregar el hecho de que la medicina ortomolecular no entra entre las especialidades de la medicina regular, no se enseña en facultades -salvo, quizás, casos patológicos- y por tanto no existe nada parecido a un título habilitante que lo haga a uno «medico ortomolecular» o algo parecido. También está el hecho de que no hay publicaciones sobre medicina ortomolecular en las revistas científicas más conocidas, sino que para publicar sus «resultados» esta gente creó el «Journal of orthomolecular medicine»… Lo mismo hacen los homeópatas para simular que la homeopatía es medicina.

Con todo esto es fácil ver que la medicina ortomolecular es una pseudociencia de libro, creada a partir de falacias y sostenida unicamente por la autoridad de Pauling y algunos médicos. Por lo tanto aquellos que la ejercen son, en el mejor de los casos, inconscientes que ponen en riesgo la salud de las personas a las que atienden.


Referencias

[1] Linus Pauling. Molecular structure in relation to biology and medicine, 1959.
[2] Linus Pauling. Orthomolecular methods in medicine, 1967.
[3] Linus Pauling. Orthomolecular Psychiatry.
[4] Linus Pauling. My love affair with vitamin C, 1992.
[7]Schwartz AR, Hornick, RB and others. Evaluation of the efficacy of ascorbic acid in prophylaxis of induced rhinovirus 44 infection in man. Journal of Infectious Diseases 128:500-505, 1973.
[8]Hornick RB: Medical Counterpoint, Feb. 1972, p.15.
[9]Goertzel T, Geortzel B. Linus Pauling: A Life in Science and Politics. New York: Basic Books, 1995.


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